Fundamentos del modelo profesional

Las carreras de Técnico Superior en Teatro y Licenciatura en Artes Dramáticas orientan la formación de un profesional para que pueda interpretar la cosmovisión de la sociedad en la que se desarrolla, en un  contexto de responsabilidad social, reconociendo los valores culturales tan diversos del país y no perdiendo de vista los avances en el campo escénico de la práctica profesional.

El trabajo es práctico y bajo la forma del artesano en su taller. A través de la noción de taller, debe entenderse como un lugar en el que el estudiante deberá, por una parte, tener una responsabilidad sin falla y una asistencia asidua a los cursos. Por otra parte, una toma de conciencia de que tiene que asumir sus estudios con creatividad y no con un espíritu pasivo. No se trata de una escuela que fabrica diplomados, sino de una escuela comprometida con el quehacer cultural de su entorno y arraigada en la realidad boliviana.

Por ello, una unidad de formación donde se responsabilice regularmente al alumno en su labor creativa, garantizará al profesional la fuerza para afrontar las dificultades del futuro y evitar como consecuencia el abandono del ejercicio de la profesión.

Si bien nuestra escuela no puede en ningún caso garantizar el talento artístico, esta tiene como objetivo principal el de garantizar al futuro artista tres elementos fundamentales para su desarrollo profesional:

La ética, la técnica y la solidaridad.

Estos fundamentos nos permiten definir estos objetivos:

Formar de manera integral y completa, actores y directores de Teatro, en el término de tres años, otorgando el título de Técnico Superior en Teatro. Y un cuarto año para obtener la Licenciatura en Artes Dramáticas.

Crear un espectáculo de fin de curso que será beneficiado con una gira de  participación de diferentes eventos teatrales.

Incentivar la realización de proyectos de teatros individuales de los alumnos.

Favorecer la creación de nuevas compañías de teatro estructuradas tanto  artística como administrativamente.